Monday, May 28, 2007
Parménides con calcetines rayados
Había soñado un día en recuperar mi identidad escolar y acto post-seguido: la recuperé. No quizás de la forma que más me hubiera gustado, pero igualmente la recuperé. E imaginé que de pronto todo el caminar silencioso por Pedro De Valdivia se trataba de un avatar bien frenético. De colores frenéticos para ser preciso. O de colores estupefactos para dejar incertidumbre. El asunto es que después de haber encontrado mi identidad extraviada entre burocracia sin brillo, el saldo se desarrollo y vi la luz al final del camino. Fue tanta mi emoción al recibir mi nueva TNE (Transformación Necrofílica Estudiantil) que casi lloro. Le dije al guardia del cardBip! que por favor pasaran bien la aspiradora porque me había entrado una mugre en el ojo. Si hasta se me hacía la idea de que lo del amigo secreto con la gente de atención al cliente fuera de broma podría haberse realizado. Digo haberse, porque espero no volver.

Cuando comenzaron los monopolios y las medidas proteccionistas del húsar de Budapest, aquel mítico soldado de caballería quedó vagando sin cuerpo por las calles de la ciudad y a su alma le dieron un ultimatúm. Tenía que escribir setenta y dos palabras con equis en netherlands y dar siete vueltas a una manzana ya rodeada por varios gusanos. El valiente húsar lleno de despropósitos y contradicciones, dejó su moral en el suelo y recolectó firmas de los árboles frutales. Lo que según Doña Bonifacia era de mala educación, pues andar dejando firmas botadas por ahí para que la gente las anduviera recogiendo era algo similar a no tomar cerveza cuando se iba de paseo a Alemania. Por lo mismo después de tomar cerveza y recolectar firmas acudió a una curandera (la señora Pompeya) y le pidio que por favor le ayudara a curar las penas de su alma. Después de reirse en su cara, la señora Pomeya de forma promiscua le dijo que no se preocupara por las penas del alma. La razón eventual radicaba en que se podía vivir sin amor. Desobedeciendo al ultimatúm emigró a un país tropical de un planeta más ilustrado, se dedicó a la venta nocturna de poesía en masetero y de su vida diurna escribió un worst-sellers e instauró un sistema de vida rudimentario y lleno de felicidad. Creo que le llamaron positivismo en honor al polo opuesto. De un extracto de páginas desordenadas, las palabras en diagonal de forma sublime decían que iba a llegar un día en que la intemperie de todo se iba a manifestar de forma consecutiva. Cinco años después en aquel planeta les dio por hacer su propia revolución y tomar el té al atardecer con el dedo meñique en Altazor.

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posted by Voknahelio at 9:29 PM | Permalink | 2 comments
Thursday, May 17, 2007
Anverso
Son las versiones de los relatos de una vida supereditada. Según Allan Poe la originalidad plasmada en la escritura no es cuestión de instinto o intuición. Más bien, es resultante del mérito trabajado y una indeterminada búsqueda de elementos característicos.
Con la Poesía nos dimos un tiempo definido, volveré a escribir el día de mi cumpleaños. Todo lo que aprendí con la poesía el último año, y los más de doscientos poemas que escribí me han hecho darme cuenta de todo lo que he crecido, y no tanto como escritor y poeta, sino como persona. Lo que no quiere decir que un escritor o un poeta no sean personas. Y mejor no empiezo con la autor+referencia y alter ego, que de eso se encarga el talento hecho creación.
Como decía. La poesía no se pausa, sólo se deja de plasmar en papel. Ya ha llegado la hora de ir a los torneos de las artes marciales(o marcianas) literarias. Chéjov, Kafka y Allan Poe + Borges y Cortázar me han dicho que ahora es el momento. El Arte de escribir cuentos. Y luego de escribir mi primer cuento en mucho tiempo, me dí cuenta de todo lo que he mejorado y como el comparar lo que escribía antes con lo que escribo ahora hace darme cuenta de que uno independiente de las pausas, sigue mejorando y aprendiendo a través del tiempo mismo.
Y vaya qué aplicable para un montón de cosas resulta lo anterior. Que se entienda de la forma más impertérrita posible.





Que se entienda como la corriente de Humboldt. Que en honor a las tantas y cuantitativas generaciones cardumínicas que vivieron y crearon su cultura en ella, logró firmar la declaración de los derechos solventes del ciudadano océanico. Y por lo mismo, a la semana siguiente se celebró el acto público y solemne con un gran derrame de petróleo.
En el cual sus habitantes para demostrar su curiosidad e interés, se terminaron agolpando en las costas y playas más próximas.










Ayer antes de llegar a los héroes me dije:
"Estación los héroes, lugar de combinación línea1".
Ya en línea 1 y pensando en la ley de Coulomb, me dí cuenta que en realidad era combinación línea 2 y que por esas cosas de la vida era mejor que bajara ahí y no en República. La cosa es que cuando llegamos a los héroes, la misteriosa mujer de la brevedad altoparlante dijo:
Estación los héroes: lugar de combinación línea 1; perdón, línea 2.
Y esa fue la imagen del día. Porque en la noche me quedé estudiando física y nos terminaron corriendo la prueba. Gracias San Justiniano Vilches por favor concedido. Aunque de Miguel Ángel Vilches ya habrá tiempo para hablar, y será más entretenido que escuchar un partido de badminton relatado por sapito Livingstone.

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posted by Voknahelio at 11:12 PM | Permalink | 4 comments
Tuesday, May 08, 2007
Omnisarcástico
Uno podría perfectamente quedarse sentado escuchando las mismas canciones toda la vida y creer que el mundo se minimiza a la mínima expresión. La mínima expresión, un cero, un punto, una coma, dos comas,, un sonsonete viejo, un tallarín pegado en el techo víctima de la prueba de cocción. Al final de la vida pensaría, eso si, que existían otras canciones que jamás pudo escuchar y mientras muere se redacta su epitafio con faltas de ortografía. Sin querer se sentiría lenta y evocadamente aquellas canciones que nunca y jamás escuchó ni escuchará. En cualquiera de los momentos desigandos, sonará el despertador o se encenderá una imagen de donde saldrá gente sicodélica y rectangular sobre una superficie que no es precisamente el ancho por el largo y se parece más bien, a una envoltura de sushi o a una línea de tiempo occidental.
Una vez conversé con una mariposa que yacía sobreviviente en pleno insectario y la muy coloreada afirmaba que en un mundo de contemplaciones se escondía la verdadera felicidad. La cual, no era más que un momento único y convalidado al saber circunstancial.
Era bien hueona la mariposa, para que estamos con cosas. Pero algo sabía y se jactaba de aquello.

Por lo mismo, después de ver gente sicodélica y hablar con mariposas, me enorgullecí de entender la palabra álgebra, con y sin tilde, con y sin significado, con y sin fonética astrolopithecuda. Para que seguimos con cosas -Darwin lo dijo de forma sutil- con o sin cultura, todos somos unos monos. Incluso hasta los del planeta de los simios. Si esto ya es cosa sabida, y algún día lo dije y lo volveré a decir: "En algún lugar del Universo están sentados Aristóteles, Sócrates y Platón tomando té y riéndose de todos nosotros".

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posted by Voknahelio at 8:10 PM | Permalink | 1 comments