Es un hecho. Me casaré con Norah Jones en diez años más. En ese entonces tendré 27 y ella 38. Tendremos dos hijos que se llamaran de forma interrogativa. Los nombres tengo que discutirlos con ella todavía. A nuestro matrimonio estará invitado todo el mundo. No los 6000 millones claro, con nuestras familias, amigos y un par de celebridades basta.
Ayer conversando con Elvis le contaba y decía que le parecía una excelente idea, que le avisara a tiempo para resucitar. No, con Gardel no me pude comunicar, parece que tenía cortado el teléfono.
No habrá vals de los novios, bailaremos charlestone. Me encanta el charlestone. Nos iremos de luna de miel a Groenlandia. Quizás nos quedemos allá un buen tiempo.
Botaremos las agendas a la basura y viviremos de la fortuna de Norah al principio, mientras que me dedicaré a escribir algunas cosas y luego les venderé guiones y libros a las productoras de cine hollywoodense. Lo mejor será que no haremos casi nada y lo tendremos todo, o casi todo.
Por ahora sólo me dedico a hacer otras cosas al igual que ella, pues nos permitiremos infidelidad mutua, como dice ella. Ojalá que los diez años no pasen tan rápido, me cargan los matrimonios planificados con una década de anticipación, mínimo tienen que ser dos décadas o de lo contrario no sirve.
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Yo también odio las planificaciones a última hora... hay que ser muy irreponsable para andar planificando matrimonios con 10 años de anticipación... me sorprende Voknahelio, me sorprende...
Pensé que era una persona organizada... me decepcionas...